Como arreglar (o intentar de) un Termotanque
Llegamos al departamento a la tarde, luego de una juntada familiar. El
piso estaba completamente inundado, con una capa de al menos unos
milímetros. Por suerte ella siempre coloca todas las zapatillas
(multienchufes) y equipos electrónicos elevados para que no toquen el
piso. El CPU tiene unas patitas para que no toque el piso. Parece
antiguo, pero tenemos CPU. Para su trabajo necesita uno que vuele; y
este vuela, llueva o no.
La primera acción fue cerrar la llave de paso del termotanque, de donde provenía la pérdida de agua. Dado que faltaba media hora para el comienzo de un partido de fútbol 5 al que me había anotado, me surgió el dilema de si debía irme al partido o quedarme a secar con ella. Faltar a un partido de fútbol 5 sin previo aviso, lo cual equivale a tener que jugar 4 contra 5, es romper un código que considero inquebrantable; y media hora para conseguir un reemplazo que llegue a tiempo es un reto que pocos mortales han conseguido. Por otro lado, en mi mente secar el piso podía esperar, pero el partido no; aunque para ella que se iba a quedar claramente no podía esperar. Me fui a jugar. En el apuro me olvidé de llevar un pantalón corto, y jugué en boxers hasta que llegó mi amigo Agus, a quien le había pedido que me lleve uno.
Al regresar, Belu me agradeció que me hubiera ido, no sin dejar de mostrarme su enojo que era una mezcla del accidente con tener contradicciones con mi desición. Lo bueno del accidente es que, al secar el piso con un trapo, se limpia profundamente y luego brilla. Me quedó la misión de reparar el termotanque. Me gustaba el desafío de repararlo por mi cuenta; siendo ingeniero químico, tenía que poder hacerlo. Sinceramente, nunca había pensado siquiera cómo funcionaba un termotanque.
Lo primero que tomé como dato importante fue que al cerrar la llave de paso el termotanque dejó de perder, por lo que la pérdida debía estar en la parte superior del mismo; aunque pensándolo luego más fríamente, si la pérdida hubiera estado del lado de abajo también hubiera dejado de perder porque para que salga agua debe entrar agua o aire, y no puede entrar aire por un agujero pequeño en el fondo; lo opuesto a cuando estás en la cola de un bar que está colmado y el patovica te deja entrar cuando sale otra persona. Para repararlo tendría que bajarlo, pues era de colgar, y para bajarlo tendría que vaciarlo (95 litros son 95 kg, más el peso del termotanque vacío - demasiado para mi masa muscular), lo cual hice abriendo la purga. Al no tener una manguera para conectar la purga a alguna rejilla u otro drenaje de la casa, y sin poder comprarla siendo sábado a la noche, tuve que llenar baldes, vaciarlos y volverlos a llenar. 95 litros con un balde son muchos baldes, tantos que cuando terminé de vaciarlo Belén ya estaba dormida. La purga estaba más alta que el fondo del termotanque, es decir que la purga no estaba en el fondo-fondo, por lo que no era posible vaciarlo completamente sólo con la purga abierta. Tuve que meter una manguera por la purga para drenarlo completamente, que el extremo de la manguera vaya al fondo del termotanque y retirar el líquido a través de la misma. Usé una manguerita que era en realidad dos collares de plástico que me había llevado de un casamiento; tengo la costumbre de guardar objetos extravagantes que podrían tener una utilidad en el futuro. Debido al diseño de la purga, no entraba la manguera en ella, por lo que desenrosqué la purga del cuerpo del termotanque para que quede un orificio más grande. Como estaba dura la rosca, usé una pinza y terminé rompiendo parte de la rosca, aunque ahora sí entraba la manguera.
El famoso truco es succionar la manguera con la boca, quedando el extremo de la manguera en tu boca por debajo del nivel del líquido del recipiente que estás vaciando. Una vez que aspirás lo suficiente para que líquido dentro de la manguera quede por debajo del líquido en el termotanque, el líquido comienza a salir contínuamente sin necesidad de seguir succionando. La razón es que cuando el nivel de líquido en el extremo de la manguera fuera del tanque (que estás succionando) está por debajo del nivel de líquido dentro del termotanque, se genera una diferencia de altura que provee la energía para que el agua fluya hacia afuera. Para vaciarlo completamente, el extremo de la manguera fuera del termotanque debe quedar por debajo del fondo del mismo. Es como un esquiador que salta una rampa; puede hacerlo porque tiene la energía necesaria porque empezó su recorrido por una bajada más elevada que la rampa; la diferencia de altura entre su punto inicial y el final de la rampa es positivo.
Mientras los baldes se llenaban, y el agua salía con mucho óxido, leí el manual del termotanque. La garantía estaba vencida.
Un termotanque es básicamente un tanque (¡dah!) que tiene una entrada de agua fría; algo que calienta el agua, como una resistencia eléctrica o un quemador de gas (como una hornalla) o un calefactor solar; y una salida de agua caliente. Cuando abrís una canilla de agua caliente, el agua fría que entra al termotanque desplaza el agua caliente dentro de él que sale por la ducha o la bacha (fregadero, lavadero). Cuando ya llevás mucho tiempo bañándote, el agua empieza a salir fría porque ya entró mucha agua fría al termotanque y la temperatura empieza a bajar, y el sistema de calentamiento no calienta con la suficiente rapidez. Cuanto más grande es el termotanque, más tiempo tarda el agua fría en enfriar el agua caliente adentro del mismo y te podés dar duchas más largas sin que se enfríe el agua. Al comienzo de la ducha el agua sale fría porque desde tu última ducha el agua en la cañería entre el termotanque y la ducha se enfrió, y tiene que salir toda antes de que salga el agua que viene del termotanque. No es que está tardando en calentarse, sino que está tardando en desplazarse el agua fría para que empiece a salir la caliente. Si abrís más la canilla caliente tarda menos en desplazarse el agua fría. Es como cuando alguien se tira por un tobogán cerrado y tarda un tiempo en salir por el otro extremo.
Me bañé con agua fría y me fui a dormir estimando que el líquido que quedaba dentro del termotanque y saliendo por la manguerita no iba a poder hacer rebalsar el balde. Me levanté con el termotanque vacío, pero no tenía las herramientas necesarias para desconectar las cañerías de agua fría y caliente. El domingo mi padre me prestó una carretilla de carga, y me aconsejó terminantemente que compre un termotanque nuevo, bajo el argumento de que cuando la corrosión del tanque empieza, no tiene freno y probablemente esté todo corroído por dentro. Pero no frenó mi esfuerzo. QUERÍA arreglar el termotanque con mis manos y mi cerebro.
El lunes compré una llave inglesa, o llave francesa o ajustable, suficientemente grande para desenroscar las cañerías al termotanque. Desconectado el mismo, coloqué almohadones sobre el mueble bajo el termotanque, dentro de bolsas para que no se mojen, y también coloqué una bolsa que cubra el mueble, y lo descolgué, para lo cual hubo que elevarlo apenas para que se zafe del gancho en la pared.
La cochera fue el lugar elegido para inspeccionarlo, en el segundo subsuelo. Le retiré el sistema de control de temperatura, a donde llega el cable del enchufe y que incluye el termómetro que es una lanza que se inserta en el tanque. Removí la cobertura de chapa blanca y la aislación de lana de vidrio, en ese orden; y lo que se descubre es un tanque metálico. Manipular la lana de vidrio puede ser peligroso, es en definitiva vidrio cortado en partes minúsculas. Se recomienda hacerlo con guantes y en lugar ventilado para evitar respirarlo o que entre en contacto con los ojos, para lo cual también se aconseja el uso de anteojos. Si no es posible una ventilación adecuada, se debe usar una máscara respiratoria.
Conecté una manguera a la entrada de agua para saber dónde estaba la pérdida. Como había predicho, la pérdida era en la parte superior del tanque: un agujerito perfectamente redondo en el tope del tanque. ¿Cómo solucionarlo? ¿Tiene solución? Mi investigación profunda en Google no daba un veredicto claro, pues algunos decían que el termotanque no servía más y otros afirmaban poder arreglar termotanques. Decidí comprar masilla para tapar el agujero. El ferretero me comentó, respecto a la teoría de la corrosión de mi viejo, que podría ser un poro; es decir, un daño aislado desconectado del estado resto del recipiente. Quizás solo me quería vender la masilla, pero reconozco que el agujero era un círculo perfecto, que no habían signos de daño en otros lugares, y tres años de uso parecían muy pocos para una corrosión generalizada; por lo que tomé la teoría del poro.
Leí las instrucciones atentamente y las seguí atentamente. Una vez que la masilla estaba seca y lista para ser probada, cubrí la totalidad del termotanque con Duck Tape o Ductac. Como suele suceder con un producto nuevo, toma el nombre de la primera marca o la más conocida del mismo, como chicle (chiklets) o coca (coca-cola). La entrada Duck Tape en Wikipedia no tiene su versión en español. Podría llamarse cinta de tela adhesiva, pero hay cintas deportivas e hipoalergénicas que también lo son, aunque no se encontrarían éstas en una ferretería y el ferretero nos entendería al pedir cinta de tela adhesiva. Usé Duck Tape porque la descripción del producto, que leí de casualidad revolviendo la caja de herramientas, dice que es selladora. Entonces podría sellar no sólo una pérdida en la masilla sino cualquier futura posible pérdida. Consumió tres cintas la cobertura total del termotanque, todas de distinto color porque me gusta la variedad; violeta, blanco y naranja, parecía un paquete de OCA, o un arreglo de termotanque por correo. Lista la cobertura, rearmé el termotanque. No quedó exactamente como estaba antes de desarmarlo. Me costó colocar la chapa que recubre la aislación, y la cantidad de aislación (lana de vidrio) parecía ser menor que al principio o estaba distribuida menos uniformemente. Para rellenar la falta de aislación usé medias viejas de Belén. Finalmemte lo volví a colocar y la prueba final fue abrir la llave de paso. Poco, pero perdía, y colocamos un bol grande debajo para que no se moje el mueble de madera. Teníamos agua caliente nuevamente, pero el arreglo no estaba terminado; ninguna pérdida era admisible.
Cuando se abre la llave de paso, el termotanque está lleno de aire. Para que el aire sea desplazado se deben abrir las canillas calientes, y evitar que se presurice el aire dentro del termotanque y las cañerías de agua caliente y se rompa algún punto débil del sistema, como las uniones roscadas recién hechas entre cañerías y termotanque. Este saber no es muy común entre la gente, pero tampoco es común que cada persona instale su termotanque. La explicación está presente en los manuales de termotanques, y es una de los tantos motivos de porqué es importante leer los manuales de lo que vamos a usar.
El segundo arreglo duró menos, pues ya sabía cómo funcionaba, dónde estaba pinchado, como desmontarlo, y ya tenía todas las herramientas necesarias. El nuevo arreglo fue una mezcla entre Fastix y la masilla (me gusta experimentar) pero tampoco dio resultado. En ese momento tuve una epifanía. El problema no era que no podía arreglarlo bien, pues más allá de que lo arreglara perfecto, nunca ibamos a tener la tranquilidad de dejar la casa sola y no encontrarla inundada. La solución era comprar uno nuevo. Creo que compramos el mejor disponible, con mayor cantidad de años de garantía, muy eficiente energéticamente y, por ende, con mucha aislación. A pesar de tener menor volumen de agua que el reemplazado, ocupa más espacio.
Dado que por mi trabajo tengo que viajar bastante, pasaron algunas semanas entre que lo volvi a desmontar, rearreglar, volver a poner en servicio para ver que seguía perdiendo, comprar uno nuevo e instalarlo; y en ese lapso mi novia tuvo que bañarse con agua fría. Yo también. Por suerte era verano. El termotanque viejo fue en poco tiempo retirado de la basura para, estimamos, reciclarse.
Los fabricantes de termotanques suelen tener en sus páginas de internet un selector de tamaño de termotanque de acuerdo al consumo de agua caliente, que al mismo tiempo está dado por la cantidad de personas que viven en la casa, y las comodidades que ésta tiene, como un hidromasaje. También hay que considerar si es eléctrico o a gas, y de pie o colgante. Primero compré uno en Garbarino, para darme cuenta luego que era de pie y no el que necesitaba. Como no tenían de colgar, anulé la compra y recurrí a Frávega. Afortunadamente el proceso de anulación fue muy sencillo. Por desconocimiento, o por conocimiento de la cultura Argentina, temía que llegara a ser más complicada la devolución del dinero. Compré también el servicio de entrega del equipo. En otra época hubiera ido yo mismo a buscar el termotanque pues por lo general siempre busqué la opción más barata, pero estoy empezando a apreciar mucho mi tiempo, y más específicamente qué hago en ese tiempo, ¿es una experiencia nueva? ¿me hará crecer? ¿aprenderé algo nuevo?
Según el manual, la garantía es válida si la instalación la realiza una persona competente. Para un termotanque a gas es un gasista matriculado, ¿y para un termotanque eléctrico? El servicio al consumidor de Rheem me dijo que debía realizarlo un electricista matriculado, a pesar de que lo único eléctrico que hay que hacer es enchufarlo, pero mi función es mantener la garantía y no modificar la lógica de la misma. Un gasista de confianza de mis padres me recomendó a un electricista de confianza. Una especie de "los amigos de mis amigos son mis amigos". Cuando ya debía irse a su otro trabajo de oficial de tránsito, el electricista consideraba que no había terminado su trabajo pues algunas uniones roscadas perdían, y me cobró nada hasta el día siguiente cuando tuvo el tiempo de enroscar con paciencia con el sellarosca, que evita pérdidas en las roscas.
Cuando alguien permanece en tu casa mientras continuás con tus quehaceres, para diferenciarlo de una juntada de amigos, comparte un poco tu cotidianeidad. En nuestro caso, cuando mi novia me preguntó si quería que nos compráramos una playstation y yo le respondí que me aburría y prefería hacer otras cosas, el electricista Andrés dijo que ojalá su novia quisiera comprar una.
El problema continuó varios meses después por problemas de baja presión en el agua caliente, los mismos meses en los que le prometía a mi novia que lo iba a solucionar removiendo los restos del termotanque viejo que habían quedado en las canillas; meses que terminaron con el trabajo de un plomero.
Saqué algunas conclusión de lo sucedido. A) Mi novia me dejó jugar con el termotanque a expensas de bañarse con agua fría. Me pareció un gesto muy dulce. B) Podés tener distintas ideas sobre cómo resolver los problemas, que si bien es enriquecedor, puede generar conflictos. Lo importante es que cada uno exprese porque piensa como piensa sin juzgarlo bien o mal, simplemente distinto. C) Tomás distintas decisiones viviendo sólo que acompañado. Hay cierta ternura en considerar las otras formas de pensar sin que te lo pidan.
Meses más tarde entré en otro departamento del edificio y en el baño estaba el termotanque original de la construcción, marca Señorial, igual que el nuestro, en perfectas condiciones. Fuimos una víctima de la estadística de las falla de equipos. Aunque no estaría escribiendo este cuento de lo contrario, ni hubiera aprendido sobre termotanques. Y no nos considero realmente víctimas, sino afortunados de haber conocido un termotanque desnudo, no mucha gente puede decir lo mismo.
La primera acción fue cerrar la llave de paso del termotanque, de donde provenía la pérdida de agua. Dado que faltaba media hora para el comienzo de un partido de fútbol 5 al que me había anotado, me surgió el dilema de si debía irme al partido o quedarme a secar con ella. Faltar a un partido de fútbol 5 sin previo aviso, lo cual equivale a tener que jugar 4 contra 5, es romper un código que considero inquebrantable; y media hora para conseguir un reemplazo que llegue a tiempo es un reto que pocos mortales han conseguido. Por otro lado, en mi mente secar el piso podía esperar, pero el partido no; aunque para ella que se iba a quedar claramente no podía esperar. Me fui a jugar. En el apuro me olvidé de llevar un pantalón corto, y jugué en boxers hasta que llegó mi amigo Agus, a quien le había pedido que me lleve uno.
Al regresar, Belu me agradeció que me hubiera ido, no sin dejar de mostrarme su enojo que era una mezcla del accidente con tener contradicciones con mi desición. Lo bueno del accidente es que, al secar el piso con un trapo, se limpia profundamente y luego brilla. Me quedó la misión de reparar el termotanque. Me gustaba el desafío de repararlo por mi cuenta; siendo ingeniero químico, tenía que poder hacerlo. Sinceramente, nunca había pensado siquiera cómo funcionaba un termotanque.
Lo primero que tomé como dato importante fue que al cerrar la llave de paso el termotanque dejó de perder, por lo que la pérdida debía estar en la parte superior del mismo; aunque pensándolo luego más fríamente, si la pérdida hubiera estado del lado de abajo también hubiera dejado de perder porque para que salga agua debe entrar agua o aire, y no puede entrar aire por un agujero pequeño en el fondo; lo opuesto a cuando estás en la cola de un bar que está colmado y el patovica te deja entrar cuando sale otra persona. Para repararlo tendría que bajarlo, pues era de colgar, y para bajarlo tendría que vaciarlo (95 litros son 95 kg, más el peso del termotanque vacío - demasiado para mi masa muscular), lo cual hice abriendo la purga. Al no tener una manguera para conectar la purga a alguna rejilla u otro drenaje de la casa, y sin poder comprarla siendo sábado a la noche, tuve que llenar baldes, vaciarlos y volverlos a llenar. 95 litros con un balde son muchos baldes, tantos que cuando terminé de vaciarlo Belén ya estaba dormida. La purga estaba más alta que el fondo del termotanque, es decir que la purga no estaba en el fondo-fondo, por lo que no era posible vaciarlo completamente sólo con la purga abierta. Tuve que meter una manguera por la purga para drenarlo completamente, que el extremo de la manguera vaya al fondo del termotanque y retirar el líquido a través de la misma. Usé una manguerita que era en realidad dos collares de plástico que me había llevado de un casamiento; tengo la costumbre de guardar objetos extravagantes que podrían tener una utilidad en el futuro. Debido al diseño de la purga, no entraba la manguera en ella, por lo que desenrosqué la purga del cuerpo del termotanque para que quede un orificio más grande. Como estaba dura la rosca, usé una pinza y terminé rompiendo parte de la rosca, aunque ahora sí entraba la manguera.
El famoso truco es succionar la manguera con la boca, quedando el extremo de la manguera en tu boca por debajo del nivel del líquido del recipiente que estás vaciando. Una vez que aspirás lo suficiente para que líquido dentro de la manguera quede por debajo del líquido en el termotanque, el líquido comienza a salir contínuamente sin necesidad de seguir succionando. La razón es que cuando el nivel de líquido en el extremo de la manguera fuera del tanque (que estás succionando) está por debajo del nivel de líquido dentro del termotanque, se genera una diferencia de altura que provee la energía para que el agua fluya hacia afuera. Para vaciarlo completamente, el extremo de la manguera fuera del termotanque debe quedar por debajo del fondo del mismo. Es como un esquiador que salta una rampa; puede hacerlo porque tiene la energía necesaria porque empezó su recorrido por una bajada más elevada que la rampa; la diferencia de altura entre su punto inicial y el final de la rampa es positivo.
Mientras los baldes se llenaban, y el agua salía con mucho óxido, leí el manual del termotanque. La garantía estaba vencida.
Un termotanque es básicamente un tanque (¡dah!) que tiene una entrada de agua fría; algo que calienta el agua, como una resistencia eléctrica o un quemador de gas (como una hornalla) o un calefactor solar; y una salida de agua caliente. Cuando abrís una canilla de agua caliente, el agua fría que entra al termotanque desplaza el agua caliente dentro de él que sale por la ducha o la bacha (fregadero, lavadero). Cuando ya llevás mucho tiempo bañándote, el agua empieza a salir fría porque ya entró mucha agua fría al termotanque y la temperatura empieza a bajar, y el sistema de calentamiento no calienta con la suficiente rapidez. Cuanto más grande es el termotanque, más tiempo tarda el agua fría en enfriar el agua caliente adentro del mismo y te podés dar duchas más largas sin que se enfríe el agua. Al comienzo de la ducha el agua sale fría porque desde tu última ducha el agua en la cañería entre el termotanque y la ducha se enfrió, y tiene que salir toda antes de que salga el agua que viene del termotanque. No es que está tardando en calentarse, sino que está tardando en desplazarse el agua fría para que empiece a salir la caliente. Si abrís más la canilla caliente tarda menos en desplazarse el agua fría. Es como cuando alguien se tira por un tobogán cerrado y tarda un tiempo en salir por el otro extremo.
Me bañé con agua fría y me fui a dormir estimando que el líquido que quedaba dentro del termotanque y saliendo por la manguerita no iba a poder hacer rebalsar el balde. Me levanté con el termotanque vacío, pero no tenía las herramientas necesarias para desconectar las cañerías de agua fría y caliente. El domingo mi padre me prestó una carretilla de carga, y me aconsejó terminantemente que compre un termotanque nuevo, bajo el argumento de que cuando la corrosión del tanque empieza, no tiene freno y probablemente esté todo corroído por dentro. Pero no frenó mi esfuerzo. QUERÍA arreglar el termotanque con mis manos y mi cerebro.
El lunes compré una llave inglesa, o llave francesa o ajustable, suficientemente grande para desenroscar las cañerías al termotanque. Desconectado el mismo, coloqué almohadones sobre el mueble bajo el termotanque, dentro de bolsas para que no se mojen, y también coloqué una bolsa que cubra el mueble, y lo descolgué, para lo cual hubo que elevarlo apenas para que se zafe del gancho en la pared.
La cochera fue el lugar elegido para inspeccionarlo, en el segundo subsuelo. Le retiré el sistema de control de temperatura, a donde llega el cable del enchufe y que incluye el termómetro que es una lanza que se inserta en el tanque. Removí la cobertura de chapa blanca y la aislación de lana de vidrio, en ese orden; y lo que se descubre es un tanque metálico. Manipular la lana de vidrio puede ser peligroso, es en definitiva vidrio cortado en partes minúsculas. Se recomienda hacerlo con guantes y en lugar ventilado para evitar respirarlo o que entre en contacto con los ojos, para lo cual también se aconseja el uso de anteojos. Si no es posible una ventilación adecuada, se debe usar una máscara respiratoria.
Conecté una manguera a la entrada de agua para saber dónde estaba la pérdida. Como había predicho, la pérdida era en la parte superior del tanque: un agujerito perfectamente redondo en el tope del tanque. ¿Cómo solucionarlo? ¿Tiene solución? Mi investigación profunda en Google no daba un veredicto claro, pues algunos decían que el termotanque no servía más y otros afirmaban poder arreglar termotanques. Decidí comprar masilla para tapar el agujero. El ferretero me comentó, respecto a la teoría de la corrosión de mi viejo, que podría ser un poro; es decir, un daño aislado desconectado del estado resto del recipiente. Quizás solo me quería vender la masilla, pero reconozco que el agujero era un círculo perfecto, que no habían signos de daño en otros lugares, y tres años de uso parecían muy pocos para una corrosión generalizada; por lo que tomé la teoría del poro.
Leí las instrucciones atentamente y las seguí atentamente. Una vez que la masilla estaba seca y lista para ser probada, cubrí la totalidad del termotanque con Duck Tape o Ductac. Como suele suceder con un producto nuevo, toma el nombre de la primera marca o la más conocida del mismo, como chicle (chiklets) o coca (coca-cola). La entrada Duck Tape en Wikipedia no tiene su versión en español. Podría llamarse cinta de tela adhesiva, pero hay cintas deportivas e hipoalergénicas que también lo son, aunque no se encontrarían éstas en una ferretería y el ferretero nos entendería al pedir cinta de tela adhesiva. Usé Duck Tape porque la descripción del producto, que leí de casualidad revolviendo la caja de herramientas, dice que es selladora. Entonces podría sellar no sólo una pérdida en la masilla sino cualquier futura posible pérdida. Consumió tres cintas la cobertura total del termotanque, todas de distinto color porque me gusta la variedad; violeta, blanco y naranja, parecía un paquete de OCA, o un arreglo de termotanque por correo. Lista la cobertura, rearmé el termotanque. No quedó exactamente como estaba antes de desarmarlo. Me costó colocar la chapa que recubre la aislación, y la cantidad de aislación (lana de vidrio) parecía ser menor que al principio o estaba distribuida menos uniformemente. Para rellenar la falta de aislación usé medias viejas de Belén. Finalmemte lo volví a colocar y la prueba final fue abrir la llave de paso. Poco, pero perdía, y colocamos un bol grande debajo para que no se moje el mueble de madera. Teníamos agua caliente nuevamente, pero el arreglo no estaba terminado; ninguna pérdida era admisible.
Cuando se abre la llave de paso, el termotanque está lleno de aire. Para que el aire sea desplazado se deben abrir las canillas calientes, y evitar que se presurice el aire dentro del termotanque y las cañerías de agua caliente y se rompa algún punto débil del sistema, como las uniones roscadas recién hechas entre cañerías y termotanque. Este saber no es muy común entre la gente, pero tampoco es común que cada persona instale su termotanque. La explicación está presente en los manuales de termotanques, y es una de los tantos motivos de porqué es importante leer los manuales de lo que vamos a usar.
El segundo arreglo duró menos, pues ya sabía cómo funcionaba, dónde estaba pinchado, como desmontarlo, y ya tenía todas las herramientas necesarias. El nuevo arreglo fue una mezcla entre Fastix y la masilla (me gusta experimentar) pero tampoco dio resultado. En ese momento tuve una epifanía. El problema no era que no podía arreglarlo bien, pues más allá de que lo arreglara perfecto, nunca ibamos a tener la tranquilidad de dejar la casa sola y no encontrarla inundada. La solución era comprar uno nuevo. Creo que compramos el mejor disponible, con mayor cantidad de años de garantía, muy eficiente energéticamente y, por ende, con mucha aislación. A pesar de tener menor volumen de agua que el reemplazado, ocupa más espacio.
Dado que por mi trabajo tengo que viajar bastante, pasaron algunas semanas entre que lo volvi a desmontar, rearreglar, volver a poner en servicio para ver que seguía perdiendo, comprar uno nuevo e instalarlo; y en ese lapso mi novia tuvo que bañarse con agua fría. Yo también. Por suerte era verano. El termotanque viejo fue en poco tiempo retirado de la basura para, estimamos, reciclarse.
Los fabricantes de termotanques suelen tener en sus páginas de internet un selector de tamaño de termotanque de acuerdo al consumo de agua caliente, que al mismo tiempo está dado por la cantidad de personas que viven en la casa, y las comodidades que ésta tiene, como un hidromasaje. También hay que considerar si es eléctrico o a gas, y de pie o colgante. Primero compré uno en Garbarino, para darme cuenta luego que era de pie y no el que necesitaba. Como no tenían de colgar, anulé la compra y recurrí a Frávega. Afortunadamente el proceso de anulación fue muy sencillo. Por desconocimiento, o por conocimiento de la cultura Argentina, temía que llegara a ser más complicada la devolución del dinero. Compré también el servicio de entrega del equipo. En otra época hubiera ido yo mismo a buscar el termotanque pues por lo general siempre busqué la opción más barata, pero estoy empezando a apreciar mucho mi tiempo, y más específicamente qué hago en ese tiempo, ¿es una experiencia nueva? ¿me hará crecer? ¿aprenderé algo nuevo?
Según el manual, la garantía es válida si la instalación la realiza una persona competente. Para un termotanque a gas es un gasista matriculado, ¿y para un termotanque eléctrico? El servicio al consumidor de Rheem me dijo que debía realizarlo un electricista matriculado, a pesar de que lo único eléctrico que hay que hacer es enchufarlo, pero mi función es mantener la garantía y no modificar la lógica de la misma. Un gasista de confianza de mis padres me recomendó a un electricista de confianza. Una especie de "los amigos de mis amigos son mis amigos". Cuando ya debía irse a su otro trabajo de oficial de tránsito, el electricista consideraba que no había terminado su trabajo pues algunas uniones roscadas perdían, y me cobró nada hasta el día siguiente cuando tuvo el tiempo de enroscar con paciencia con el sellarosca, que evita pérdidas en las roscas.
Cuando alguien permanece en tu casa mientras continuás con tus quehaceres, para diferenciarlo de una juntada de amigos, comparte un poco tu cotidianeidad. En nuestro caso, cuando mi novia me preguntó si quería que nos compráramos una playstation y yo le respondí que me aburría y prefería hacer otras cosas, el electricista Andrés dijo que ojalá su novia quisiera comprar una.
El problema continuó varios meses después por problemas de baja presión en el agua caliente, los mismos meses en los que le prometía a mi novia que lo iba a solucionar removiendo los restos del termotanque viejo que habían quedado en las canillas; meses que terminaron con el trabajo de un plomero.
Saqué algunas conclusión de lo sucedido. A) Mi novia me dejó jugar con el termotanque a expensas de bañarse con agua fría. Me pareció un gesto muy dulce. B) Podés tener distintas ideas sobre cómo resolver los problemas, que si bien es enriquecedor, puede generar conflictos. Lo importante es que cada uno exprese porque piensa como piensa sin juzgarlo bien o mal, simplemente distinto. C) Tomás distintas decisiones viviendo sólo que acompañado. Hay cierta ternura en considerar las otras formas de pensar sin que te lo pidan.
Meses más tarde entré en otro departamento del edificio y en el baño estaba el termotanque original de la construcción, marca Señorial, igual que el nuestro, en perfectas condiciones. Fuimos una víctima de la estadística de las falla de equipos. Aunque no estaría escribiendo este cuento de lo contrario, ni hubiera aprendido sobre termotanques. Y no nos considero realmente víctimas, sino afortunados de haber conocido un termotanque desnudo, no mucha gente puede decir lo mismo.
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