Tip de Seguridad # 11 - Chocolate
Recientemente me contaron que se había incendiado el depósito de la fábrica de chocolate de un conocido. Pregunté cómo había ocurrido: estaban soldando la membrana del techo del depósito que tenía filtraciones y una chispa cayó sobre una caja de cartón, que se prendió fuego, que se propagó por el resto de las cajas de cartón y hacia el resto del edificio.
Voy a reconocer algo. En la mina de litio donde trabajaba había procedimientos de trabajo en caliente que exigían que no haya elementos combustibles (madera, papel, combustible líquido, etc.) en un radio de 11 metros del trabajo en caliente, como lo es una soldadura; y también que haya un vigía de incendio cuyo único rol era verificar que se cumpla el procedimiento y que alerte y actúe ante un principio de incendio, y quien debía retornar al lugar de trabajo 1 hora luego de que hubiera terminado para revisar que no hubiera focos de incendio. Y en algún momento me parecieron exageradas algunas de estas medidas. Pero inmediatamente luego de que me contaran la historia de la fábrica de chocolate me di cuenta de lo equivocado que estaba, porque de haberse tomado las medidas recién mencionadas, el incendio no hubiera ocurrido; y el costo de implementar las mismas es mínimo.
Afortunadamente nadie salió herido del incendio, y la empresa no tendrá grandes consecuencias económicas a corto plazo pues los daños estructurales serán cubiertos por la aseguradora, aunque perdieron parte de la producción almacenada. Por un tiempo la empresa no podrá producir al mismo ritmo y no podrá cumplir compromisos con algunos clientes, que satisfarán su demanda con otros fabricantes, perdiendo así mercado. Podrá haber también una pérdida de confianza de parte de los clientes por no poder cumplir con algunos pedidos. Las mayores consecuencias económicas serán posiblemente a largo plazo.
El Círculo de Ingenieros de Riesgo de Argentina tiene una buena guía disponible sobre trabajo en caliente [1], que contiene acciones adicionales que podrían haberse tomado en la fábrica de chocolate para evitar el incendio: capacitar a quienes vayan a realizar el trabajo en caliente, y designar dentro de la organización a un responsable que apruebe los trabajos en caliente, previa inspección del lugar donde se vaya a realizar el trabajo. El requerimiento de capacitación también está abarcada por el Decreto Nacional (Argentina) 351/79 en su capítulo XXI [2].
Una gran pregunta es: ¿aún cuando las chances de riesgo sean una en un millón, dejarías de seguir el procedimiento? En el tip anterior [3] comentaba que algunas medidas son tan sencillas que deberían tomarse independientemente del bajo riesgo. Pero, ¿qué ocurre cuando la seguridad requiere una inversión importante? Algunas organizaciones, a veces las pequeñas, podrán argumentar que no disponen del capital para llevarlas a cabo; que es otra forma de decir que no es prioritario, o quizás se desconocen los beneficios de invertir en seguridad. Esperamos entonces que sea útil y revelador mostrar los números económicos que devienen de dichas inversiones. Un reporte del National Safety Council de Estado Unidos muestra que invertir en seguridad genera un retorno de más del doble del monto de la inversión, a causa de la reducción en los costos (gastos médicos, gastos sociales, compensaciones, días no trabajados, etc.) y un aumento en la productividad [4]. Este documento también reconoce que los accidentes afectan más a las empresa pequeñas debido a que cada trabajador tiene un mayor impacto sobre la organización, al tener ésta menor cantidad de trabajadores, siendo cada uno más difícil de cubrir en sus responsabilidades. Un informe de go2HR; una asociación de turismo, recursos humanos, higiene y seguridad de la provincia canadiense de Columbia Británica; indica que los mismos beneficios ocurren en la industria del turismo [5].
En 2016, Francisco Covacich Parra de la Universidad Nacional de Córdoba realizó un análisis del estado de higiene y seguridad (HyS) de las pymes [6], e indicó que en Argentina no es considerada entre los primeros objetivos de un organización. Menciona, entre otros, el desinterés, el temor al cambio, y la falta de cultura de seguridad. Concluye que la inversión en un técnico de seguridad e higiene podría resolver el 80 % de los problemas de HyS en una pyme. La falta de información es otra causas de las falencias en materia de seguridad, y por ello es fundamental el involucramiento del estado. Desde 2005 existe en Argentina un Programa de Prevención de Empleadores Pyme con Siniestralidad Elevada, o PESE, que fue renovado en 2018 [7], y cuyo objetivo es efectuar el seguimiento y control de los empleadores con altos niveles de siniestralidad a fin de reducir los siniestros y mejorar las condiciones de salud y seguridad en el trabajo. Si bien sería ideal que cada empresa realice este programa por motu proprio, debemos reconocer que no somos perfectos y como seres humanos muchas veces actuamos como hijos del rigor, y por eso el rol del estado como órgano de control es vital.
Suena frío decir que la inversión en seguridad es rentable, cuando la razón más humana y noble es simplemente que se debe proteger a los humanos. Parece cruel que las empresas le pongan un valor económico a los accidentes. Muchas veces quien toma las decisiones presupuestarias sobre una fábrica nunca la visitó, e incluso no visitó el país donde está, especialmente en organizaciones muy grandes, por lo que tiene un desapego emocional por la misma o sus trabajadores, o se crió profesionalmente en un entorno donde todos los objetivos son evaluados desde un punto de vista monetario. Pero si el análisis económico sirve para convencer de que se tomen decisiones que efectivamente cuiden más a los humanos, bienvenido sea.
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